Como bien es sabido, la pandemia del Covid-19 ha sido para el mundo un catalizador de procesos que se venían desarrollando desde antes del confinamiento en las industrias y países más avanzados. El confinamiento ha acelerado procesos que antes se estaban dando de forma progresiva y los ha obligado a adaptarse a una nueva realidad marcada por el teletrabajo y la virtualidad en general.
Esta situación, no sólo le presentó nuevos retos al funcionamiento empresarial interno, sino que además obligó a muchas empresas a adaptarse a un nuevo ambiente rápidamente cambiante. Con mayor competencia entre los negocios, nuevas formas de comprar y vender productos y servicios y una mayor capacidad de los clientes de acceder a múltiples ofertas al mismo tiempo. Lo que a su vez hizo que las empresas reformaran sus estrategias internas y externas y adaptaran sus actuaciones a las condiciones de la virtualidad.
Dentro del mundo virtual todo cambia rápidamente, hay una mayor competitividad entre los mercados (que se vive menos en el mundo físico por la incapacidad de acceder a muchas ofertas de forma simultánea) y llegar a los clientes requiere de acciones y procesos diferentes al mercado tradicional. Por esto, las empresas están obligadas a adquirir niveles de flexibilidad que antes eran impensables con el trabajo en oficina. Para poder ser exitosos en este panorama, todas las áreas de la empresa deben funcionar en torno a algunos principios básicos:
- Rapidez.
- Eficiencia y eficacia de los recursos
- Flexibilidad
El outsourcing financiero, la mejor solución a los retos que les surgen a las PYMES de la pandemia.
Las 4 razones por las que el outsourcing se ha vuelto crucial para las empresas
1- Le permite a las empresas optimizar sus recursos. Con la contratación de un equipo externo especializado en los servicios de back-office empresarial (aquellos que no son propios del corazón del negocio) las empresas pueden reducir su personal interno y disponer libremente de recursos que antes habrían estado destinados a la compra de espacios de coworking o la provisión de insumos básicos o ampliación del organigrama empresarial, etc.
Así mismo, pueden asegurarse de utilizar sus recursos de la mejor forma, pues acceden a un equipo de clase mundial al que no podrían acceder con la contaduría interna. Con esto las empresas pueden:
1. Ahorrar la mayor cantidad de plata y reducir costos insignificantes, y
2. Enfocar los recursos limitados que poseen, que generalmente se han visto negativamente afectados durante la pandemia, en lo que es realmente importante para su negocio (como adaptarse a los nuevos retos antes mencionados).
2- Las empresas pueden asegurarse de disminuir todos los riesgos posibles provenientes de procesos no propios del corazón del negocio. Como no todos los procesos pueden ser 100% controlados por el CEO o Manager de la empresa, el outsourcing de estos servicios les permite dejar en manos expertas aquellos procesos que no son el negocio central de la organización, pero que sí son de vital importancia.
De esta forma, los procesos contables, por ejemplo, de las empresas que han tercerizado sus servicios financieros serán hechos con mayor profesionalismo, rapidez y efectividad que los de los competidores que tienen una contabilidad tradicional. Esto evita riesgos y asegura que las posteriores finanzas y procesos tributarios se hagan de la mejor forma. Con el outsoucing, las empresas pueden aumentar las ventajas competitivas frente a sus competidores.
3- El outsourcing permite que se libere grandes cantidades de capital humano. En vez de invertir tiempo y personal en supervisar los servicios financieros, estos se pueden tercerizar a una empresa especializada que pone a disposición del CEO un CFO experto en todos los servicios financieros. De esta forma, el CEO puede encargarse (junto con otros que antes tenían también que responsabilizarse de los servicios del backoffice) del corazón del negocio. Pueden estar seguros de estar haciendo todo lo posible por mejorar a su empresa y aumentar su rentabilidad mientras tienen un CFO que, cuando les sea necesario, puede darle toda la información necesaria de los procesos externalizados.
4- Por último, les permite a las empresas ser más flexibles. La flexibilidad, como explicamos anteriormente, es una de las características esenciales que deben tener todos los procesos empresariales para enfrentar la virtualidad.
Con la tercerización de estos servicios las empresas gozan de recursos que les permiten ser más flexibles para adaptarse a los nuevos retos que plantea la virtualidad (y la pandemia). Teniendo mayores recursos liberados (tanto monetarios como humanos), tienen un mayor margen de acción para cambios que deban disponer dentro de la ‘nueva normalidad’. Además, teniendo un organigrama más pequeño y externalizado, las empresas pueden emplear cambios más fuertes sin mayores problemas.
A la final, la virtualidad ha traído consigo retos para los negocios, pero también nuevas oportunidades para que las empresas sigan mejorándose. El outsourcing financiero, justamente, es una tendencia que se ha acelerado y que continuará en crecimiento en tanto la virtualidad aumente. Esta es, más que todo, una oportunidad que les permite a las empresas adaptarse a la nueva normalidad y adquirir aquellas características que son ahora obligatorias para el correcto desarrollo del nuevo panorama mundial.